Llegó gritando 'doble circular!', dejó el paquete y se fue. Era una matrona con un bebé recién nacido (RN) en sus brazos, el cual venía morado casi negro, desde el pabellón de partos. A eso se le llama asfixia, 'doble circular' significa que su cordón umbilical había dado dos vueltas por el cuello del nene y al sacarlo de la vagina ya no estaba respirando. Así es como llegó a la sala de Atención Inmediata (AI). El matrón a cargo de ésta última, en menos de treinta segundos lo hizo respirar, con lo que el nenito se puso rosado rápidamente y su Apgar al minuto de vida terminó siendo un genial 9 (de un total de 10).
Yo, alumna en práctica, más mis cuatro compañeras en el mismo asunto que yo, al momento que vimos al nené llegando en ese estado, empalidecimos al unítono y nos apretujamos en un extremo de la pequeña sala de Atención Inmediata que no mide más de 4x5 metros. Sí, muy pequeña y lejana a los pabellones de parto, caben sólo tres cunas radiantes y a veces no dan avasto.
Cómo tanta mala cueva, dirá usted. Pero sí, la auxiliar de enfermería, la única persona que está en la sala de Atención Inmediata ayudando al matrón, había salido a tomar un café. Esto hizo que el médico pediatra (que llegó con inmensa calma unos cinco minutos después), tratara mal verbalmente al matrón, por no tener la cuna radiante lista para el nene que venía en camino. Y es que cada vez que está a punto de producirse un parto, una persona equis viene algunos minutos antes a avisar a AI el evento y las condiciones neopatológicas de éste, o sea, especifica algunos ítems como; el parto viene normal o anormal, el bebé tiene malformaciones, posible asfixia, etc. Entonces el personal a cargo de AI (matrón y auxiliar), sube la temperatura de la cuna recibidora, preparan el material a utilizar como por ejemplo; clamp (para ligar ombligo), tijeras, algodones, vacuna BCG, colírio, etc.. Con este caso de emergencia resultó que no había aviso previo, la sala estaba llena con estudiantes en práctica y su tutora, habían dos de tres cunas ocupadas, al lado de una de las cunas estaba el papá de uno de los RN. Todo eso en el espacio de 4x5 antes descrito.
Desde cualquier parte del mundo se podría apreciar el ambiente de estrés, acentuado con la incómoda posición de tener que ver cómo un colega matrón era azotado con palabras y miradas del malhumorado médico de las mil pacotillas.

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